El ingenio y la algarabía de los aficionados de los Rayados de Monterrey era tal, que ayer en cientos de automóviles aparecieron frases donde candidateaban a Humberto Suazo para gobernador y a Víctor Manuel Vucetich para Presidente.En las calles por donde pasó el contingente durante el festejo también se leyeron algunas pancartas con proposiciones amorosas hacia algunos jugadores, y hasta uno que ofrecía canjear a su esposa por el ídolo chileno. Por supuesto se trataba de una ocurrencia producto de la euforia por el título.
El festejo inició en las instalaciones de Cervecería y culminó en la explanada frente al Palacio de Gobierno, donde la presencia del gobernador Rodrigo Medina y el alcalde Fernando Larrazábal, ambos simpatizantes de los Tigres de la UANL, salía sobrando porque la gente quería ver a sus héroes.
Ya quisieran los políticos tener el arrastre de los deportistas, que en este país, y Nuevo León no es la excepción, le han dado mayores satisfacciones a la gente. Este lunes de manera espontánea se reunieron miles, si no es que cientos de miles de personas para vitorear a los Rayados, y todo en un ambiente festivo.
Este campeonato servirá como una catarsis luego de meses de tensión, primero por el embate del huracán Alex, y luego por los hechos violentos ocurridos durante el año que está por terminar.
Los ciudadanos están urgidos de auténticos líderes y de logros de los cuales sentirse orgullosos, y los políticos nos siguen dando más decepciones que satisfacciones.
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