Francia expulsa a Anelka por insultar a Domenech. Rooney desafía en directo a la afición inglesa. La FIFA llama a capítulo al árbitro de Mali que impidió la victoria de EEUU
El Mundial arde y no acabó la segunda jornada de la fase de grupos. Francia expulsó a Nicolás Anelka, Wayne Rooney desafió en directo a la afición inglesa tras empatar con Argelia y la FIFA llamó a capítulo el árbitro malí Coulibaly que impidió el triunfo de Estados Unidos sobre Eslovenia. El panorama se completa con los mal disimulados nervios de Dunga en Brasil en clave de entrenamientos secretos y un tono desafiante en sus apariciones ante los medios informativos. El mínimo triunfo sobre Corea del Norte agitó los ánimos en el entorno amarillo.Lo más grave fue lo de Anelka. L'Equipe desveló ayer que en el descanso del partido con México (0-2) llamó "sucio hijo de p..." al seleccionador Domenech y remató con un rotundo "¡vete a tomar por culo!". La trastienda oficiosa dice que fue Gourcouff quien lo filtró a la prensa, pues está enfrentado a Ribéry y al propio Anelka. Evra habló ayer incluso de que "hay un topo entre nosotros".
La publicación del show incendió la concentración bleu en Knysna. Tras varias reuniones, el asunto terminó con la negativa de Anelka a pedir perdón y su expulsión por parte del presidente de la Federación Francesa, Jean Pierre Escalettes. En 1988 Eric Cantona insultó al entonces seleccionador Michel Hidalgo y fue sancionado con un año fuera del equipo.
Perdón y árbitros. Rooney también perdió los nervios. Tras el 0-0 ante Argelia se dirigió a la afición inglesa recriminándole sus pitos. Le cazó la televisión y ayer, los tabloides le pusieron a caldo. En esta ocasión sí hubo marcha atrás y el jugador del Manchester pidió ayer disculpas a través de una nota oficial de su federación. "Fue el calor de la frustración", resumió Rooney: la colectiva (dos partidos, dos empates) y la personal, pues no se estrenó como goleador en el campeonato.
Y mientras Alemania sigue clamando contra Undiano por su labor en el partido con Serbia (roja a Klose y un penalti claro no pitado a favor alemán), la FIFA pidió explicaciones al malí Coulibaly, protagonista del error más clamoroso de lo que va de Mundial: el gol mal anulado por falta inexistente a Edu que impidió el triunfo ante Eslovenia. El gol fue legal y la única falta fue el agarrón de un defensa a Altidore. El malí es uno de los árbitros más prestigiosos de África (pitó la última final de la Copa africana entre Ghana y Egipto) pero difícilmente volverá a arbitrar en este Mundial.
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